Una niña de 6 años fue adoptada tras la muerte de sus padres en un terremoto, y estableció una profunda relación con su «abuela» en la nueva familia. Tras un cálido periodo de tiempo, de repente se enteró de que su abuela tenía cáncer y se estaba muriendo. Además, se enteró de una verdad más cruel: no sólo su abuela, sino todo el mundo moriría, y la abandonaría. Como el dolor de su corazón no podía aliviarse, se inspiró en el cuento clásico chino «Las aventuras del Rey Mono» y se embarcó en un viaje para encontrar la «Fruta Eterna» para su abuela.