A través del arte he visto, registrado y apreciado el mundo que me rodea, he podido navegar entre sus formas, colores, emociones, sentimientos y cambios haciéndolos míos entre imágenes y pinturas.
Nunca deja de sorprenderme que somos luz, que somos imagen que se sostiene en el tiempo y en su paso nos cubrimos y descubrimos. Nos convertimos en espacios entre luces y sombras, girando entre colores que a nuestro antojo se funden en un blanco y negro de simbolismos en que se expresa la vida. Siempre estamos inmersos en esta inmensidad de imágenes latentes que esperan el momento para ser registradas y hacerse permanentes ante quien las observa.